July 31, 2009
31 de summertime 2009
Querido diario:
De las siete personas que pasábamos por la puerta del Simply, antes Sabeco, me ha elegido a mí. Me ha soltado el rollo que yo he aguantado sin rechistar, asintiendo con la cabeza, que si el vale que llevaba en la mano era demasiado dinero para comida, que si tenía que dormir en la calle, que para qué quería el 20,00€, que mire usted, que si se lo cambiaba... y le he dicho que no, que no. ¿Para qué quiero yo un vale de 20,00€ del Simply cuando soy del club de fans de Mercadona? Además, ya quisiera tener yo veinte euros en el bolsillo el último día del mes...
Luego iba a cruzar la calle, no esa misma calle donde me han ofrecido un vale del Simply, otra un poco más arriba, y por poco me atropella la ya ex-directora del centro educativo en el que este curso pasado he impartido docencia. Ha bajado la ventanilla y hemos mantenido un breve diálogo que se ha visto interrumpido por la impaciencia del vehículo que les perseguía. El curso pasado... ¿Acaba el curso el 30 de junio o el 31 de agosto? Poco importa puesto que el 30 de junio dejó de ser directora.
Por cierto, hoy todavía no he leído nada del maravilloso libro que llevo entre manos. El capítulo que me espera tiene treinta y seis páginas y no me apetece dejar los acontecimientos a mitad de hacer.
En fin, igual mañana hay más, o no.
Personal, Diario
Posted @ 23:18 by De las siete personas que pasábamos por la puerta del Simply, antes Sabeco, me ha elegido a mí. Me ha soltado el rollo que yo he aguantado sin rechistar, asintiendo con la cabeza, que si el vale que llevaba en la mano era demasiado dinero para comida, que si tenía que dormir en la calle, que para qué quería el 20,00€, que mire usted, que si se lo cambiaba... y le he dicho que no, que no. ¿Para qué quiero yo un vale de 20,00€ del Simply cuando soy del club de fans de Mercadona? Además, ya quisiera tener yo veinte euros en el bolsillo el último día del mes...
Luego iba a cruzar la calle, no esa misma calle donde me han ofrecido un vale del Simply, otra un poco más arriba, y por poco me atropella la ya ex-directora del centro educativo en el que este curso pasado he impartido docencia. Ha bajado la ventanilla y hemos mantenido un breve diálogo que se ha visto interrumpido por la impaciencia del vehículo que les perseguía. El curso pasado... ¿Acaba el curso el 30 de junio o el 31 de agosto? Poco importa puesto que el 30 de junio dejó de ser directora.
Por cierto, hoy todavía no he leído nada del maravilloso libro que llevo entre manos. El capítulo que me espera tiene treinta y seis páginas y no me apetece dejar los acontecimientos a mitad de hacer.
En fin, igual mañana hay más, o no.
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July 30, 2009
30 de summertime 2009
Querido diario:
Todavía me encuentro en estado de shock. Acabo de llegar del teatro y no me he recuperado aún. Pepín Bello y don Luis Buñuel estaban como auténticas cabras. En el teatro ese que tiene la CAI al lado de la calle Alfonso hoy se representaba el Hamlet que escribieron estos dos surrealistas, y aunque no se entendía mucho, tenía su gracia. Ah, y como me compré la entrada muy anticipada, porque actuaba Rafa y no lo había visto en escena y tenía ganas de verlo, porque clase daba muy bien, me dieron la segunda fila, pero como el escenario es de dimensiones reducidas, la fila 2 era en realidad fila 1, y se les ha caído una mandarina al suelo y por poco me saca un ojo, y llevo el cuello rígido y entumecido, con lo que el estado de shock no sé si se debe a la postura o a lo extraño del texto.
En fin... no sé qué más he hecho hoy, seguir leyendo y bajar al perro, y comer y dormir. Nada estrambótico. Ah, y maldecir a VISA Electrón, que me ha llegado el recibo de la cuota de mantenimiento y me he sentido igual que si me chupara la sangre un mosquito tigre: 38,00€ por una tarjeta que no utilizo...
En fin, ahora sí, mañana más.
Personal, Diario, Teatro, Surrealismo, VISA
Posted @ 23:14 by Todavía me encuentro en estado de shock. Acabo de llegar del teatro y no me he recuperado aún. Pepín Bello y don Luis Buñuel estaban como auténticas cabras. En el teatro ese que tiene la CAI al lado de la calle Alfonso hoy se representaba el Hamlet que escribieron estos dos surrealistas, y aunque no se entendía mucho, tenía su gracia. Ah, y como me compré la entrada muy anticipada, porque actuaba Rafa y no lo había visto en escena y tenía ganas de verlo, porque clase daba muy bien, me dieron la segunda fila, pero como el escenario es de dimensiones reducidas, la fila 2 era en realidad fila 1, y se les ha caído una mandarina al suelo y por poco me saca un ojo, y llevo el cuello rígido y entumecido, con lo que el estado de shock no sé si se debe a la postura o a lo extraño del texto.
En fin... no sé qué más he hecho hoy, seguir leyendo y bajar al perro, y comer y dormir. Nada estrambótico. Ah, y maldecir a VISA Electrón, que me ha llegado el recibo de la cuota de mantenimiento y me he sentido igual que si me chupara la sangre un mosquito tigre: 38,00€ por una tarjeta que no utilizo...
En fin, ahora sí, mañana más.
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July 29, 2009
29 de summertime 2009
Querido diario:
Bueno, pues ya estamos otra vez aquí, ¿verdad?, que decía Jesús Puente, pero sin caravana del amor. Ya queda menos para que acabe el mes, un par de días escasos y habrá que ir pensando en hacer resumen y en plantearse las cosas para el mes que viene, que aquí mucho cachondeo con lo de los dos meses de vacaciones pero como el segundo mes sea como el primero ya nos podemos preparar.
Voy a tener que hacerme un horario como si fuera al colegio y ordenarme un poco la existencia, porque de todas las cosas que quería hacer y no eran pocas, habré hecho dos o tres. Hoy por ejemplo, me he liado a leer sin conocimiento y casi me olvido hasta de comer, pero es que Nathan Glass, Tom Wood y Harry Brightman tienen una existencia tan interesante que es estar deseando acabar una página para empezar otra.
En fin, mañana más lectura y a ver si también hay más escritura.
Personal, Diario
Posted @ 23:32 by Bueno, pues ya estamos otra vez aquí, ¿verdad?, que decía Jesús Puente, pero sin caravana del amor. Ya queda menos para que acabe el mes, un par de días escasos y habrá que ir pensando en hacer resumen y en plantearse las cosas para el mes que viene, que aquí mucho cachondeo con lo de los dos meses de vacaciones pero como el segundo mes sea como el primero ya nos podemos preparar.
Voy a tener que hacerme un horario como si fuera al colegio y ordenarme un poco la existencia, porque de todas las cosas que quería hacer y no eran pocas, habré hecho dos o tres. Hoy por ejemplo, me he liado a leer sin conocimiento y casi me olvido hasta de comer, pero es que Nathan Glass, Tom Wood y Harry Brightman tienen una existencia tan interesante que es estar deseando acabar una página para empezar otra.
En fin, mañana más lectura y a ver si también hay más escritura.
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July 28, 2009
28 de summertime 2009
Querido diario de abordo:
Hoy me he hecho a la mar. Me he levantado con ganas de nadar, de bucear, de sentir la arena bajo mis pies y de tener el cuerpo pegajoso de sal; así que lo primero que he hecho esta mañana ha sido bajar a las obras que hay debajo de casa con el cubo de fregar y el recogedor y afanar tres calderetas de arena fresca. Como he madrugado bastante no estaban los obreros aún, por lo que me ha resultado un hurto relativamente fácil. Una vez que he tenido la arena en mi poder le he puesto el tapón a la bañera y he distribuido la arena por el fondo, acumulando una mayor cantidad en la parte derecha, para poder clavar la sombrilla y no coger una insolación. Me ha costado un poco conseguir que la toalla no se moviera ya que la brisa marina de primera hora aprovechaba el más mínimo descuido para levantarla y poner todo perdido de arena. Al final, ayudado del bote de crema, el flotador de Pocoyó, la mochila, el móvil y la nevera portátil he conseguido domesticar la toalla.
A continuación, después de embadurnarme de crema de arriba abajo he abierto el grifo hasta que el agua llegaba más o menos por la mitad, mojándome sólo los pies, y en esa postura tan cómoda me he puesto a leer el periódico quedándome dormido a los diez minutos escasos. Al despertarme el calor ya apretaba bastante y he decidido darme un chapuzón para bajar la temperatura corporal. El agua estaba buenísima, ni fría ni caliente y como no había mucha gente he podido nadar a mis anchas, acercándome hasta el rompeolas que quedaba a la derecha, desde el que me he tirado de carpa un par de veces, arriesgando mi vida ya que al estar la marea baja podría haberme roto la crisma fácilmente contra las rocas. Por fortuna no ha pasado nada e incluso me ha parecido recibir algún aplauso de los pescadores que estaban en el espolón cercano, seguramente impresionados por mi elegante estilo.
A los treinta minutos de estar en el agua me he dado cuenta de que se me empezaban a arrugar las yemas de los dedos y me he salido a tomar el sol otro rato, y cuando empezaba a secárseme el bañador me he notado algo raro; al agua le faltaba salinidad, no se me quedaban los pelillos blancos ni me tiraba la piel de la cara cuando sonreía, simpático, a las mozas que paseaban por la orilla de la playa. He dejado el periódico a una lado y me he acercado al chiringuito más cercano. Al barman lo de la Cocacola le ha parecido normal, pero cuando le he preguntado si me podía vender una paquete de sal se ha quedado un tanto sorprendido. Le he dicho que le pagaba lo que quisiera, pero que tampoco abusara. Seis euros por una lata de Cocacola y un paquete de sal, con el precio que llevan las cosas en las zonas turísticas no me ha parecido muy caro. Me he bebido la Cocacola de un trago, que el nadar da mucha sed y me he vuelto a la toalla. Antes de tumbarme he vertido con disimulo el paquete de sal en el agua y la he removido un poco con los pies, para que se disolviera y para evitar que si pasaba algún cangrejo por allí en esos momentos no se quedará en salazón para el resto de sus días.
Lo de estar tumbado al sol mucho rato no me acaba de convencer, y a eso de las once menos algo ha venido una familia con sus tres hijos, la suegra, por parte paterna, y los tíos del pueblo, un matrimonio que era la primera vez que veían el mar, y han instalado el campamento a dos palmos de mi perímetro de seguridad. Cuando me han dado el tercer pelotazo me he levantado, he cogido dos hojas del períodico, las he unido con un escupitajo, he doblado la macropágina resultante cual maestro de la papiroflexia, me he construido un yate de seis metros de eslora y me he hecho a la mar. Agarrado al timón y dejándome guiar por unas cartas de navegación que me echaron el otro día en el buzón como si fueran propaganda, he puesto rumbo a los mares del sur.
Y hasta hace cinco minutos que he distinguido los destellos del faro en la lejanía y he decidido poner rumbo a casa, que para ser el primer día ya estaba bien, aunque allá en alta mar, rodeado de delfines y cantos de sirena se estaba de maravilla.
En fin, mañana más.
Personal, Diario, Historia, Mar
Posted @ 23:35 by Hoy me he hecho a la mar. Me he levantado con ganas de nadar, de bucear, de sentir la arena bajo mis pies y de tener el cuerpo pegajoso de sal; así que lo primero que he hecho esta mañana ha sido bajar a las obras que hay debajo de casa con el cubo de fregar y el recogedor y afanar tres calderetas de arena fresca. Como he madrugado bastante no estaban los obreros aún, por lo que me ha resultado un hurto relativamente fácil. Una vez que he tenido la arena en mi poder le he puesto el tapón a la bañera y he distribuido la arena por el fondo, acumulando una mayor cantidad en la parte derecha, para poder clavar la sombrilla y no coger una insolación. Me ha costado un poco conseguir que la toalla no se moviera ya que la brisa marina de primera hora aprovechaba el más mínimo descuido para levantarla y poner todo perdido de arena. Al final, ayudado del bote de crema, el flotador de Pocoyó, la mochila, el móvil y la nevera portátil he conseguido domesticar la toalla.
A continuación, después de embadurnarme de crema de arriba abajo he abierto el grifo hasta que el agua llegaba más o menos por la mitad, mojándome sólo los pies, y en esa postura tan cómoda me he puesto a leer el periódico quedándome dormido a los diez minutos escasos. Al despertarme el calor ya apretaba bastante y he decidido darme un chapuzón para bajar la temperatura corporal. El agua estaba buenísima, ni fría ni caliente y como no había mucha gente he podido nadar a mis anchas, acercándome hasta el rompeolas que quedaba a la derecha, desde el que me he tirado de carpa un par de veces, arriesgando mi vida ya que al estar la marea baja podría haberme roto la crisma fácilmente contra las rocas. Por fortuna no ha pasado nada e incluso me ha parecido recibir algún aplauso de los pescadores que estaban en el espolón cercano, seguramente impresionados por mi elegante estilo.
A los treinta minutos de estar en el agua me he dado cuenta de que se me empezaban a arrugar las yemas de los dedos y me he salido a tomar el sol otro rato, y cuando empezaba a secárseme el bañador me he notado algo raro; al agua le faltaba salinidad, no se me quedaban los pelillos blancos ni me tiraba la piel de la cara cuando sonreía, simpático, a las mozas que paseaban por la orilla de la playa. He dejado el periódico a una lado y me he acercado al chiringuito más cercano. Al barman lo de la Cocacola le ha parecido normal, pero cuando le he preguntado si me podía vender una paquete de sal se ha quedado un tanto sorprendido. Le he dicho que le pagaba lo que quisiera, pero que tampoco abusara. Seis euros por una lata de Cocacola y un paquete de sal, con el precio que llevan las cosas en las zonas turísticas no me ha parecido muy caro. Me he bebido la Cocacola de un trago, que el nadar da mucha sed y me he vuelto a la toalla. Antes de tumbarme he vertido con disimulo el paquete de sal en el agua y la he removido un poco con los pies, para que se disolviera y para evitar que si pasaba algún cangrejo por allí en esos momentos no se quedará en salazón para el resto de sus días.
Lo de estar tumbado al sol mucho rato no me acaba de convencer, y a eso de las once menos algo ha venido una familia con sus tres hijos, la suegra, por parte paterna, y los tíos del pueblo, un matrimonio que era la primera vez que veían el mar, y han instalado el campamento a dos palmos de mi perímetro de seguridad. Cuando me han dado el tercer pelotazo me he levantado, he cogido dos hojas del períodico, las he unido con un escupitajo, he doblado la macropágina resultante cual maestro de la papiroflexia, me he construido un yate de seis metros de eslora y me he hecho a la mar. Agarrado al timón y dejándome guiar por unas cartas de navegación que me echaron el otro día en el buzón como si fueran propaganda, he puesto rumbo a los mares del sur.
Y hasta hace cinco minutos que he distinguido los destellos del faro en la lejanía y he decidido poner rumbo a casa, que para ser el primer día ya estaba bien, aunque allá en alta mar, rodeado de delfines y cantos de sirena se estaba de maravilla.
En fin, mañana más.
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July 27, 2009
27 de summertime 2009
Querido diario:
Pensaba esta tarde que estaría bien que en la Escuela de Idiomas ofrecieran cursos de recordamiento, es decir, que alguien que estudió un idioma hace diez años tuviera la oportunidad de apuntarse a un curso intensivo para recordar cosas básicas y fundamentales de ese idioma. Lo digo por el italiano concretamente, porque tener el diploma en casa está muy bien, pero por más que intento comunicarme con los spaghetti nunca obtengo una respuesta satisfactoria, de lo que deduzco que no me entienden, lo que me lleva a pensar que no controlo todo lo que controlaba cuando acabé. Y me sabe un poco mal haber invertido cinco años de mi vida en aprender un idioma que ahora mismo sólo me sirve para pronunciar correctísimamente «stracciatella» cuando me voy a pedir un helado.
En fin, domani...
Personal, Personal, Italiano
Posted @ 23:53 by Pensaba esta tarde que estaría bien que en la Escuela de Idiomas ofrecieran cursos de recordamiento, es decir, que alguien que estudió un idioma hace diez años tuviera la oportunidad de apuntarse a un curso intensivo para recordar cosas básicas y fundamentales de ese idioma. Lo digo por el italiano concretamente, porque tener el diploma en casa está muy bien, pero por más que intento comunicarme con los spaghetti nunca obtengo una respuesta satisfactoria, de lo que deduzco que no me entienden, lo que me lleva a pensar que no controlo todo lo que controlaba cuando acabé. Y me sabe un poco mal haber invertido cinco años de mi vida en aprender un idioma que ahora mismo sólo me sirve para pronunciar correctísimamente «stracciatella» cuando me voy a pedir un helado.
En fin, domani...
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July 26, 2009
26 de summertime 2009
Querido diario:
No te puedes imaginar las ganas que tengo de que llegue el 1 de agosto para dejar de escribirte estas anotaciones diarias. No es que te tenga manía ni me caigas mal ni nada por el estilo, pero comprenderás que escribir algo todos los días es complicado, y más en días como hoy, domingo, en los que si durante el año pasan pocas cosas, imagínate en pleno mes de julio. Con decirte que me he leído casi todo un periódico y me he acabado el libro que llevaba entre manos... El de La torre vigía, que tenía tantas ganas de acabarlo como casi tengo de cambiar de mes, que se me ha hecho muy pesado, con ese lenguaje tan complejo, con esas expresiones tan alambicadas. Vamos, que no es el mejor libro para leer a la hora de la siesta. Mira, mañana igual cuento de qué va.
En fin, mañana lunes otra vez.
Personal, Diario, Lecturas
Posted @ 23:49 by No te puedes imaginar las ganas que tengo de que llegue el 1 de agosto para dejar de escribirte estas anotaciones diarias. No es que te tenga manía ni me caigas mal ni nada por el estilo, pero comprenderás que escribir algo todos los días es complicado, y más en días como hoy, domingo, en los que si durante el año pasan pocas cosas, imagínate en pleno mes de julio. Con decirte que me he leído casi todo un periódico y me he acabado el libro que llevaba entre manos... El de La torre vigía, que tenía tantas ganas de acabarlo como casi tengo de cambiar de mes, que se me ha hecho muy pesado, con ese lenguaje tan complejo, con esas expresiones tan alambicadas. Vamos, que no es el mejor libro para leer a la hora de la siesta. Mira, mañana igual cuento de qué va.
En fin, mañana lunes otra vez.
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July 25, 2009
25 de summertime 2009
Querido diario:
Está lo que era la Expo que da pena verla. En vez de hacer la ruta que llevaba tres días haciendo, hoy he tirado hacia el Este, río abajo, y cuando he vuelto, río arriba, he asomado un poco el morro en lo que el año pasado era la Expo. Entrando por la Puerta del Ebro, donde ya no hay taquillas ni arcos detectores de metales, se puede llegar hasta el Acuario por la parte de arriba y hasta lo que eran las Plazas Temáticas por la parte de abajo. Yo no he llegado a tanto, me he quedado en el umbral del recinto. Los pabellones que había a la derecha sólo conservan los pilares, de las plazas, sólo se adivina la estructura en semiesférica de lo que era Sed.
Y pensar que el año pasado estaba aquello lleno de gente, lleno de actuaciones, lleno de filas... Habría sido fantástico que mientras estaba allí observando pensativo hubieran empezado a bajar por la rampa de la derecha los integrantes de El despertar de la serpiente, aunque no hubieran sido más de de tres o cuatro representantes... las chicas aquellas de los paraguas por ejemplo.
En fin, mañana más.
Personal, Diario, Expo 2008
Posted @ 23:44 by Está lo que era la Expo que da pena verla. En vez de hacer la ruta que llevaba tres días haciendo, hoy he tirado hacia el Este, río abajo, y cuando he vuelto, río arriba, he asomado un poco el morro en lo que el año pasado era la Expo. Entrando por la Puerta del Ebro, donde ya no hay taquillas ni arcos detectores de metales, se puede llegar hasta el Acuario por la parte de arriba y hasta lo que eran las Plazas Temáticas por la parte de abajo. Yo no he llegado a tanto, me he quedado en el umbral del recinto. Los pabellones que había a la derecha sólo conservan los pilares, de las plazas, sólo se adivina la estructura en semiesférica de lo que era Sed.
Y pensar que el año pasado estaba aquello lleno de gente, lleno de actuaciones, lleno de filas... Habría sido fantástico que mientras estaba allí observando pensativo hubieran empezado a bajar por la rampa de la derecha los integrantes de El despertar de la serpiente, aunque no hubieran sido más de de tres o cuatro representantes... las chicas aquellas de los paraguas por ejemplo.
En fin, mañana más.
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Las siluetas contra el sol
Qué casualidad. Parece que en el blog de flickr se han enterado de cómo acababa el sueño que tuve ayer y le han querido rendir un homenaje.
Fotos, Flickr, Atardecer
Posted @ 18:03 by ENTRADAS RELACIONADAS:
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.
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